viernes, 1 de abril de 2011

Capítulo cinco

Chris:
Bajé las escaleras demasiado despacio, me detuve antes de llegar a la puerta y dudé.
Me asomé un poco, allí estaba.
No se movió cuando abrí la puerta, ni cuando salí.
Esperé quieta a que se acercase, pero no lo hizo, así que lo hice yo. Me quedé en frente suyo, me miraba fijamente, con odio.
-Hola -musité-
Y me golpeó. Intenté levantarme y salir corriendo hacia la puerta, pero me cogió y rompio el cristal conmigo.
Empezé a sangrar por múltiples partes, un brazo, la cabeza, y no sé que más, ni siquiera notaba un dolor especialmente intenso, solamente queria tumbarme. Me sentía mareada.
Empezó a golpearme mas fuerte, hasta que no pude más, cuando se dió la vuelta y se fué me subí a mi cuarto, (sin limpiar nada, claramente) y me quedé dormida.

George:

Cuando llegué a su casa por la mañana me encontré un caos, sangre por algunas baldosas, el cristal de la puerta destrozado, parte del cesped aplastado...
Entré y subí las escaleras a toda prisa, me dirigí a su cuarto, y allí estaba., hecha un buduño en su cama, destrozada. Me entró un ataque de angustia.
Caminé hasta su lado y la empezé a sacudir, hasta que reaccionó.
Se me paró la respiración por un momento.
- ¿Que ha pasado?
- Vino alguien.. y me lanzó contra el cristal.. -susurró-
- ¿como era?
- mas grande que tu, y... -se quedó callada-
- ¿De los mios?
- eso creo.
Me quedé mirando al infinito, enfadado. La miré a ella, y tuve que esforzarme para no perder los estribos.
- Si te ubiese pasado algo. -dije-
- ¿Qué? Sonrió levemente, parecía cansada
Agaché la cabeza.
- Pues que... no sé, no.. -me callé-
Y ella sonrió aún más.
Y yo le devolví la sonrisa.
La abrazé, y suspiré. Sabía que no podía dejar las cosas así, pero tampoco podía arreglarlas.
Me apretó lo mas fuerte que pudo, pero sin llegar ha hacerme daño y hundió su cabeza en mi hombro.
Nos quedamos así durante unos cinco minutos, y cuando la aparté vi que estaba llorando, la limpié las lagrimas y pegué mi cara a la sulla. Sonrió y miro al suelo.
Bajé con ella y la senté en el sofá, limpié un poco todo aquello y volví a su lado.
- ¿Estas mejor?
-Sí -respondió-
Me senté a su lado y se acurrucó en mí.
Empezaba a necesitar todo esto.
Me miró.
- ¿Qué?
- Va a llegar mi madre.
Me levanté y me dirigí a la puerta, Chris me siguió, y nos abrazamos antes de que me fuera.
- te quiero
La abrazé mas fuerte al oirlo.
- y yo atí.
Me fuí y desaparecí entre la espesura del bosque.
Para mucho tiempo.

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