viernes, 15 de abril de 2011

ULTIMATUM;

Aquí ya no se publicará más.
Gracias.
Haré una continuación aquí;
http://unmundosintiahora.blogspot.com/

martes, 12 de abril de 2011

Capítulo 14;

George;

Ya era denoche, hacía calor. Acerqué el sofá a la puerta que daba al jardín y me senté mirando el exterior.
Chris estaba cenando en la cocina, aún me quedaba enseñarla a cocinar.
Pero por lo visto, ya no estaba cenando.
Se acercó y miró el sofá desplazado, luego me miró a mi, y me dedicó una sonrisa cansada.
- Pareces...
- Cansada -acabó-
- Sí, ¿vuelves a tener fiebre?
- No, un día largo simplemente -aclaró-
- Ya
Miré hacia la calle, empezaba a entrar un poco de viento, mejor.
Esta no era una vida estable.
Pero en el fondo me gustaba.
- ¿Subimos? -me preguntó Chris-
Me levanté y la seguí.
Entré en su cuarto, (y el mio también)
Empezó a repasar todas las fotografías, como la primera vez que entró.
- Me gustas en esta -señaló una de cuando era pequeño, jugando con mi padre en el jardín-
Sonreí levemente.
- ¿Cuando te fuiste de casa? -preguntó-
- Con 16 años
Miró la habitación en general, y luego se sentó en la cama.
Agradeci que dejase el tema.
Y me senté a su lado.
Se quedó mirando al techo.
Y yo me quedé mirándola a ella.

Chris;

Me parecio una imagen bastante tierna, me pregunté si habría echado de menos todo aquello cuando se fue, pero no formulé aquella pregunta, parecía que no le gustaba hablar de aquel tema.
Me quedé mirando al techo, y ví como me miraba el.
Encendí la radio que había al pie de la cama, y me concentré en las canciones que sonaban.
Había una que reflejaba todo aquello, en ese mismo momento:
<< Y sin nada que decir, por que nada es importante...>>
Exactamente aquello.
Bajé la cabeza y le miré. Parecía que se había perdido en su particular mundo giratorio.
Y nuestros mundos se tocaban en algún punto en particular, supongo que por eso estábamos así.
Extendí mi mano hacia arriba, para poder tocar otra fotografía. Esta estaba arrugada, y tenía pinta de llevar ahí colgada años.

Y era una de las más bonitas que había.

Le miré de nuevo y le sonreí.


mañana, que pronto llegase mañana.

domingo, 10 de abril de 2011

Capítulo 13;

George;

Yo ya tenía claro lo que quería, pero ella se había distanciado brutalmente de mí en media mañana.
Salí al patio, dejando la pregunta que había hecho en el aire, hice como muchas veces: Manos a la cabeza, cabeza mirando al cielo.
Me ayudaba a pensar.
O almenos antes.
Me quedé sentado en un bordillo durante media hora, hasta que ella salió y se quedó a mi espalda, mirándome con una expresión dolida.
Giré la cabeza, y clavé mis ojos en los suyos.
- No pensé que acabaría así -comentó-
No sabía si su comentario me tenía que ofender, pero no lo hizo. En mi cabeza solo había espacio para una cosa; lo que quería Chris.
Miró al vacio.
Me daba la impresión de que ninguno de los dos estábamos preparados para hablar de esto.
Se sentó a mi lado.
- ¿Y bien? -pregunté- Yo ya se lo que quiero.
- ¿Y que quieres?
- A tí.
Intentó no sonreir, pero se le escapó una sonrisa de medio lado. Agachó la cabeza.
- de verdad que antes yo solo... no sabía que decirle. -me intenté explicar-
- Losiento
La miré, y la sonreí.
No sabía si poner esta mañana entre las peores o entre las mejores que había tenido.
Se inclinó hacia mí, y apoyó su cabeza entre mi cuello, mientras me abrazaba.
Y yo la abracé a ella, y me sentí bien, pero bien de verdad, bien. Yo. Agusto conmigo mismo.
Echaba de menos a Chris, aunque estubiese a mi lado. Era una sensación extraña, como si se pudiese marchar con el primer soplo del viento.


Chris;

Le tenía a mi lado, y sin saber porqué tuve una sensación parecida a cuando leí la carta de Grey cuando era pequeña. No sabría expresarla.
Recordé cada una de las palabras que habíamos tenido George y yo, y las repasé en mi cabeza. Una y otra vez. Y el deseo de volver a casa iva desvaneciendose.
No sabía que decirle.
Así que opté por no decirle nada.
Desconecté del mundo, me quedé mirando su coche, sin pensar en nada, hasta que me vino una idea a la cabeza: Nos acabarán encontrando.
No sabía por que pensé en eso en aquel momento, pero lo hice. Y la idea me sentó peor de lo que esperaba.
- ¿En que piensas? -preguntó-
Decidí hacer como si nada, intentar parecer normal por una vez, yo tambien tenía derecho a desear eso.
- En nada importante. -Le sonreí-
Y por una vez me lo creí yo. Engañarse a si misma era más facil de lo que pensaba, era demasiado facil.
Y no me gustó hacerlo, pero me gustaba menos la realidad de mi mente.

Capítulo 12;

Chris;

Me levanté. El ya se había despertado, por que no estaba.
Bajé las escaleras y fui hacia el salón.
Su padre.
Era el de las fotos, ahora estaba un poco mas mayor, pero seguía teniendo los mismos rasgos que cuando le vi. Para no ser el verdadero padre de George, se me parecían mucho en algunos aspectos.
Preferí quedarme al margen, y les estube escuchando hablar.
- ¿Así que ahora vives aquí con tu novia? -parecía mas duro de lo que me imaginaba-
- No papá, no es mi novia... no..
Me dió una punzada en el estómago. No pude evitar sentirme decepcionada al oír aquello.
Pero era la verdad, así que ... no sé.
- ¿Y que significa para ti? -volvió a preguntar su padre-
- Pues yo que se, Chris es Chris, y ya está. No tiene que significar nada.

Volví a subir la escalera, no lo quería escuchar. No es que dijese cosas malas, quizás no se lo quería contar a su padre, pero aún así.. parecía, no sé, Inerte al decir aquello.

Me tumbé en la cama, intentando dormirme de nuevo, pero no pude.
Me levanté y me puse a mirar por una de las ventanas, como hacía en mi casa.
Por un momento anelé todo aquello. Mi única ventana, mi cuarto, mi cámara, a mi madre, el bosque, las risas, estar con todos ellos, Y me pareció muy distante, demasiado.
<< Seis meses más, mas o menos>>
En aquel momento no me importó, pero ahora sí. Ahora me importaba demasiado como para dejarlo pasar.
Cogí mi movil, y llamé a Grey, pasaba las navidades con mi madre y conmigo siempre. Pero lo tenía apagado.
Cada vez tenía más ganas de volver.
Y se me pasó algo por la cabeza, aunque sabía que ese algo, cambiaria las cosas.


George;

Me dolía mentir a mi padre, pero por lo visto no le hacía mucha gracia que hubiese traido a Chris.
me quedé abajo un rato más, hasta que se fué. Y luego regresé para ver a Chris dormida.
Me había pasado la mitad de la noche mirándola, por que me hacía gracia, y ahora estaba cansado.
Me quedé detrás de la puerta, no llegué a pasar.
Pero entonces se abrió y Chris salió detrás. Tenía los ojos húmedos.
- George, quiero volver.
- ¿Porqué? -Estaba confundido-
- No sé, te he oido, y quiero volver. -En su mirada solo había vacio- Y ahora en la mia, también.
- No sabía que decirle, losiento, sabes que no es verdad.
Me acerqué a ella para abrazarla, por que así nos quitábamos un peso los dos. Pero se apartó.
- Chris... -empecé-

Mis ojos se estaban empezando a humedecer también, no quería ponerme así delante suyo.
Apartó la mirada.

- Joder, Chris. Mírame almenos, ¿no? Estoy intentando explicarte las cosas, pero no me escuchas. Para empezar, ¿que quieres que le diga? Si le hubiese dicho la verdad alomejor ahora no tendriamos casa.

- ¿Y cual es tu "verdad"? -preguntó- Tenía la voz áspera.
- La que tu ya sabes
- Pues dila.
Estaba enfadada, y yo cada vez me sentía peor por algo que no había hecho.
- Pues que sí significas algo para mí.

- ¿Y ahora qué? -la pregunta clave, y acababa de formularla-

sábado, 9 de abril de 2011

Continuación del capítulo 11;

Chris;

Llegamos a casa a las doce de la noche, George parecía cansado. Me miraba todo el rato de reojo, esperando a que dijese algo.
Pero empezó ha hablar el.
- No podremos volver.
-supe ha que se refería-
- ¿Durante cuanto tiempo? -pregunté-
- 6 meses más, mas o menos.
-Asentí-
No dije nada más, me miró esperando encontrar alguna lágrima, o algún gesto de dolor, pero no sentía ganas de llorar, ni tampoco me sentía mal.
Después de todo, a mis amigas las seguiría viendo, le tenía a el aquí, y mi madre y yo nunca tuvimos una relación muy especial.

Me senté a su lado, en el sofá.

George;

Se sentó a mi lado, y se apoyó en mí, como muchas otras veces.
Empecé a tararear una canción, y Chris se recolocó en mi hombro.
- Te debo una -murmuré-
- Lo sé
Sonrió con los ojos cerrados.
Luego se tumbó, y abrió los ojos, mirando hacia arriba para verme.
Suspiró.
Agaché mi cabeza, para pegarla a la suya. Noté como sonreía.
Recorrí su mejilla con la mano, y la sonreí.
Extendió su mano hacia arriba para cogerme por la barbilla y volvió a pegar su cara con la mia, hasta que oimos un ruido.
Me levanté para cerrar la ventana, y cuando volví ya estaba medio dormida.
La cogí en brazos y la subí hasta su cuarto.
Me tiró y caimos sobre su cama, nos quedamos dormidos.

viernes, 8 de abril de 2011

Capítulo 11;

Chris;

Me desperté en una casa que no era la mía, tardé un rato en volver a ser yo misma y en acordarme de todo.
Bajé las escaleras y dudé. Me decidí por un pasillo que dió a la cocina.
Me quedé sentada en una silla y empezé a jugar con una taza que había en la mesa.
- Hola -lo dijo casi en un susurro-
Me giré para verle.
- Buenos días.
Sonreí.
- ¿Te apetece salir a desayunar fuera?
- Vale -me levanté de un salto, subí a arreglarme un poco, y salimos.-
Me subí en su coche de nuevo, y condució hasta un pueblo que era mas pequeño que en el que estábamos.

Bajé y me cogió de la mano para conducirme unas dos calles mas allá.
Entramos en una cafetería; colores pastel por las paredes, asientos aparentemente cómodos, mesas con manteles blancos y bordados.
Me senté donde el señaló, y me siguió;
- ¿Qué te pido?
- mmm... café
- Enseguida
Sonrió y se fue a pedir.
Al rato volvió con dos cafés, y unas pastas. Me dió el mio y se sentó enfrente.
- Tu casa es muy bonita, ¿naciste aquí? -pregunté-
- Sí -sonrió-
Le pegué un mordisco a una pasta, y luego sorbí el café.
- ¿El que aparecía en las fotografías de tu cuarto, era tu padre?
- Sí, no el real, pero el me crió -explicó-
- ¿Y ya no está...?
- Sí, pero en esta casa no, solo viene abeces.
- Ah.
Me terminé que café (que ya estaba medio frio) y el pagó.

George;

Me esperó en la puerta con una sonrisa en la cara, la volví a coger de la mano y salimos de la cafetería. Estaba lloviendo.
Cohetin sería un pueblo muy bonito, pero parte de los días se los pasaba lloviendo.
Fuí hacia una cabina de teléfono, y llamé a mi padre;
- Hola, ¿quien eres?
- George, estoy en casa.
- ¿George? ¿Dónde te habias metido? Iré a verte en cuanto pueda.
- Sí, pero he venido con..  alguien
- Está bien -dudó-
- Adiós.
Colgué.

- ¿Qué te ha dicho?
Esperé para contestar.
- Nada, que vendrá a verme.
Asintió.
- ¿Nos vamos?
- A donde quieras. La sonreí.
Todavía quedaba mucho día por delante como para estropearlo.
Ya la diria lo que queria decirle mas tarde.

jueves, 7 de abril de 2011

Capítulo 10;

George;

Conducí con el coche unas cuatro horas, al principio estube hablando con Chris, hasta que se durmió.
- ¿Que le diré a mi madre?
- Que estás en una excursión, o algo así.
- mmmm...
- ¿Qué? -Fruncí el ceño-
Sonrió y se volvió.
- ¿Qué? -Insistí.-
- Nada, nada de nada
me despertó curiosidad, pero no dije nada mas.

Cuando ya llegamos a mi... a mi casa, la desperté.

- Chris, despierta

- mmmmm... luego..
Tenía la voz amodorrada.

- venga, nos tenemos que instalar todavía, despierta.

-Estoy despierta...

- Lo que tu digas -reproché-

Me coloqué  de rodillas a su lado, y la empezé a molestar.

- Para ya... ahora me levanto.. -protestó-


Cogí las maletas y las llevé dentro de la casa. Pensé que estaría mi padre, no era el "real" por decirlo de algún modo, pero me crió de pequeño.
Se levantó, y vino a mi lado.
Se quedó observando la casa, hasta que pasó.

- Valla -murmuró-
Se fué directa al salón, a ver las fotografías.
Sonreía con cada una de ellas, y las obserbaba atentamente, a otras las acariciaba por encima...

- Ese era yo.
- Este eres tú -señaló-


La dí la mano y la guié hasta arriba, subimos las escaleras y la conducí a la habitación del fondo.
- Esta es tuya -sonreí-
Entró, se quedó casi inmovil.

- ¿Te gusta?
Asintió, y miró al techo.

Chris;

Todo era tan...
No sé explicarlo.
Había miles de fotografías puestas por las paredes, por el techo... La luz inundaba toda la habitación, la fila de ventanas de cristal surcaba gran parte de la pared, y había una en el techo, al fondo, en una esquina.
Me fijé en una, salía el cogido de la mano de su madre, de pequeño. Esa foto resumía toda la relacción que había tenido con ella.
George miraba al suelo, inquieto. Y su madre tenía una mirada vacía que posaba solo en la botella de alcohol que había sobre la mesa.
No tenía ninguna más de esa mujer.
Todas las demás eran de el, y de su padre. De algún amigo, de sus ojos grises, del bosque.
No podía dejar de mirar hacia todos los lados.
George esbozó una sonrisa de satisfacción.
Al cabo de un rato habló;
- Tenía mucho tiempo libre, y me aburría.
- Pues lo empleabas bien.
Le sonreí.
Me senté en el colchón puesto directamente sobre el suelo y empezé a canturrear una canción que se me vino a la mente. << El sol es brillante cierro los ojos, el verano me ha pillado por sorpresa y ahora me quedo aquí esperando para que me digas cómo se....>>
Me miró curioso.
Y yo seguí desafinando a mi manera.
Me sonrió  y se acercó a mi lado. Se sentó en el suelo.
- Tu habitación me gusta -dije al fin-
- Mejor, las demas son aún peores. Se rió.
Negué con la cabeza con un gesto irónico y miré al suelo
Se levantó y puso música, no supe identificar la canción, pero me cogió de la mano y me levantó.
Empezó ha zarandearme hasta que me dí cuenta de que lo que quería era bailar.
Me reí y le cogí de la mano, poniendo la otra sobre su hombro.
Éramos increiblemente torpes; yo le pisaba, el me pisaba, yo me pisaba a mí misma. Pero nisiquiera lo noté, nunca me había entusiasmado bailar, y aunque eso no fuese un baile precisamente por la falta de coordinación me divertí.
Empezamos a girar, y me daba vueltas, hasta que me empezé a encontrar mal de nuevo.
- ¿Tienes paracetamol?
-hizo una mueca y buscó en sus bolsillos-
- Toma, ¿te vuelves ha encontrar mal? -me miró a los ojos-
- No mucho, pero prefiero prevenir.
Intenté esbozar una sonrisa, pero creo que me salió bastante mal.
Me fijé en ese momento en una guitarra, e intenté desviar el tema.
- ¿tocas la guitarra?
 Se giró para mirarla.

- Sí, bueno, un poco -contestó-

Le sonreí, esta vez realmente.
- Algún día te haré alguna canción -prometió-
Esperaba que ese día llegase pronto.


George;

Cuando se durmió empezé a trabajar en la canción, aunque no tenía nada.
Cogí la guitarra y me fuí a la habitación de abajo.
Y como pensaba; nada.




miércoles, 6 de abril de 2011

Capítulo nueve;

 Chris;
Vomité. El dolor de cabeza se había convertido en algo más. Me retumbaba, estaba mareada.
Corrí hacia el armario en busca de paracetamol, y me lo tomé. Cogí el termómetro: 39,5º
Llamé a mi madre:
- Mamá, ¿puedes venir?
- no, ¿por qué?
- me encuentro mal...
- Pues vé al médico, cariño
Colgó.
No podía ni andar recto, iva a ir al médico..
Decidí esperar, así que me subí a mi cuarto y me quedé dormida.
Horas después me despertó una convulsión, no habían pasado muchas, quizás dos.  George me miraba asustado, y me cogió en brazos.
- Estas ardiendo -susurró-
Me llevó hasta su coche, en el camino al médico me tocaba continuamente la frente, mas de las necesarias. En una de esas empezó ha acelerar.
- Frena -musité-
- No, ¿que tal te sientes?
- Siento ganas de... tengo sueño..
Cuando llegamos me dí cuenta de que era el hospital. Me subió.
No recuerdo mucho mas, solo las palabras de una enfermera, dirigiendose a el, supongo.
-<< Solo es fiebre, que siga tomando paracetamol, no podemos hacer más, se mejorará.... >>

George;
La enfermera me estaba tocando las narices.
Solo es fiebre, solo es fiebre.

El regreso a casa fue bastante mejor, yo iva un poco mas relajado y pude conducir con tranquilidad.
La cogí de la mano, estaba mirando por la ventanilla. Me miró de soslayo y sonrió.


- ¿estas mejor? -pregunté-
- Sí, eso creo. Me dedicó una sonrisa devil.
Aparqué en mitad de la calle, necesitaba descansar, pensar, olvidar. Recordar.
Me quedé descansando en el asiento, apoyado contra el cristal.
Chris se recolocó y se acercó a mi, levantó una mano y me acarició la mejilla, apoyandose en mi hombro.
Olvidé todo lo que quería olvidar.
Por una vez, quise comportarme como una persona normal, que no va robando a la gente, ni haciendo cosas por el estilo, que eran bastante peores.
Coloqué mi mano en su cabeza, y la empezé a enredar en su pelo.
Cerró los ojos y posó su mano en mi estómago.
Se acerco Josh , y tocó la ventanilla. Era uno de los chicos que trabajaba conmigo.
Chris se sobresaltó, y le miró.
Su cara se tensó y adoptó una de nerviosismo, le miró a el, y luego me miró amí.
Bajé la ventanilla.
- ¿Así que es en... esto, en lo que dedicas las tardes? -dijo-
Chris me agarró la mano con fuerza, insistiendo.
Josh la miró, y añadió algo.
- ¿Habeis limpiado ya el desastre de los cristales, y todo eso? Nos salpicó con una sonrisa maliciosa.
Ya lo entendí.
Su comentario. Las miradas de Chris.
Los cristales de su casa.
Las heridas de su brazo.

Me invadió la furia.
Salí del coche, y le dí un puñetazo.

"- No la cuidarás eternamente, George."

No se defendió, se levantó y se fue mirándome por encima del hombro, todavía con una sonrisa en su cara.

Chris estaba en el coche, me miraba con preocupación.
Me acerqué a ella, me metí en el coche y conducí lo más rápido que me permitian hasta su casa.

Ella no se podia quedar allí. Y yo tampoco.

La subí a su cuarto llevándola del brazo.

- Haz las maletas -ordené-
- Pero... George, escucha...

Me llevé las manos a la cabeza.

- Hazlas, ya.


Me obedeció, pero sus ojos se le inundaban de lágrimas.
Empezé a ayudarla, cogí unas cuantas camisas, las doblé y las guardé.

Abrió la boca para decir algo, pero la volvió ha cerrar.


- ¿tu no vienes? Hizo una mueca de dolor.

-  Yo voy contigo.
 
Me acerqué a ella y la abrazé, la dí un beso en la cabeza.
Ahora tocaba la parte más dificil.
Volver a casa.

sábado, 2 de abril de 2011

Capítulo ocho:

Chris:
Volvió.
A la mañana siguiente cuando mi madre se fue estaba en el jardín.
Pegué unos saltitos hasta llegar a el.
- Mi madre se va para todo el fin de semana -Sonreí-
 Se rió
- Mira que bien
- Sí
Hizo un gesto irónico y me condució hasta el bordillo, me senté y el se sentó a mi lado, colocando su cabeza encima de la mia.
Suspiró.
Le miré.
Había colocado su cabeza entre las rodillas, y miraba fijamente al bosque.
- ¿Ocurre algo? -pregunté-
- No
Geroge:
Claro que no ocurria nada.
Y ese era uno de los problemas, intentaba alejarme pero no podía, era un egoista, y un maldito devil.
Chris:
 Parecía enfadado, o.. no sé. Me preocupaba.
- Puedes confiar en mí
- Lo sé, pero no ocurre nada ese es el problema. -dijo-
Me quedé mirándole con cara de interrogación, así que continuó.
- Te hice daño, Chris. Me fuí para que no vilviese a pasar.
- Pero yo no quiero que te vallas -dije-
Y así era, cuando el estaba allí las cosas me solian salir mejor de lo normal.
Me miró con unos ojos infinítamente tristes, y me hizo sentir mal. Así que le cogí de la mano y me apoyé en el.
Mis ideas hacia el habian cambiado desde que le conocí, y habian vuelto a cambiar desde que se fué.
Ahora me preguntaba a cada minuto si volvería a irse, y con lo que me acababa de decir me sentía vulnerable en cierto modo.
- No te vallas porfavor -supliqué- No sabía por que, pero los ojos se me inundaron de tristeza.
Me miró, parecía atento a mi reacción, así que volví la cabeza hacia otro lado.
- No lo aré, despues de todo soy un egoista. -se encogió de hombros-
Me sentí algo mejor, no del todo, pero algo.
Me volvió ha coger de la mano.
No pude evitar sonreir como una tonta.
Pero el también sonrió.
Me giré para tenerle en frente, y me quedé mirándole.
- ¿Hoy te quedas a dormir?
- Si te hace ilusión -sonrió de oreja a oreja-
- Bien.
Sonreí, me levanté y le volví a obserbar. Me siguió a la cocina y allí preparo algo de comer.
- Prometo que algún día te enseñaré a cocinar algo bueno -se mofó-
- Ah, pues gracias.
Me reí y el conmigo.
Llevamos los platos a mi habitación y me senté en la cama, me puse a comerme la pasta y cuando terminé me deslizé para estar a su lado.
Cogió uno de los libros que tenía en una mesilla, y lo ojeó.
- Lagrimas de fuego, está bastante bien
- Sí -afirmé-
Me levanté y fuí hacia un cajón, cogí una fotografía, en la que salía el de fondo en la espesura del bosque, y se la enseñé.
La cogió y se quedó mirándola un buen rato, hasta que se vió.
Me miró de reojo, y volvió a mirarla.
- Soy yo
- Ya lo sé
Se quedó mirándola un buen rato más, y luego la dejó en la mesilla.
Se giró hacia mí y se quedó callado, así que hablé yo;
- ¿Desde hace cuanto me conocías?
- No mucho, pero tenía que saber cosas sobre tí y como ví que salias amenudo al bosque te esperaba allí habeces...
- Para ver cuando me atacabas -acabé-
Asintió.
- Y mirame ahora -levantó una ceja-
Me reí, parecía demasiado irreal. Mas tardé me quedé medio tumbada en la cama, y el se colocó a mi lado.
Me puse a leer otro libro, hasta que me habló de nuevo.
- Casi siempre te entusiasmaba todo lo que veias, y le sacabas fotos
- Sí, aunque lo fuí dejando. -repuse-
- No lo decía como algo malo
Le sonreí y me coloqué para estar abrazada a el.
Me puso la mano en la cabeza y empezó a removerme el pelo.
- ¿Por que queriais matarme?
- No te ívamos a matar -me miró asustado-
- ¿Entonces?
- Robarte, nisiquiera lo sé, yo solo hice lo que me pidieron.
- Nisiquiera lo hicistes -aclaré-
- Lo sé
Se apretó contra mi frente, y me apartó el pelo de la cara.
- Y me alegro -añadió-
-Yo tambien
Le volví a sonreir, y me levanté un poco.
Bajé los platos suicios a la cocina y los limpié. El bajó poco después, y se fue.
- Adiós.
- Hasta luego -dijo sonriendo-

viernes, 1 de abril de 2011

Séptimo capítulo:

Chris:

Hice mi maleta y salí por la puerta de casa. Y allí estaba, en el comienzo del bosque.
Se empezó ha acercar, me quedé inmovil, sin saber como reaccionar.
Llegó a mi lado, y empezó ha hablar.
- Hola. Sonrió.
- Adiós.
Me giré y le dí la espalda, para salir por la puerta principal.
- Espera, losiento, losiento.. ¿Te vas?
- ¿no es evidente?
- Me fuí para ayudarte.
- Pues no funcionó.
- Losiento... -le empezaron a brillar los ojos, y su voz se volvió áspera-
Y amí también, le miré a los ojos, para que me comprendiera. Y lo hizo.

Me abrazó con fuerza empujándome contra la pared. Y no pude evitar reirme. Mi enfado se había esfumado.
Lo único que importaba era el presente.
Volví a esconder mi cara en su hombro, y cuando la levanté me sonreia de oreja a oreja. No parecía que ubiesen pasado varios meses, seguía siendo el mismo.

Le sonreí y seguí abrazada a el.


Me dio un beso en la mejilla y me volvió a estrujar, me volví a sentir bien.

- Te echaba de menos -dije-
- Y yo ati, no sabes cuanto

Parecía serio, pero tenía una sonrisa que indicaba todo lo contrario.
Sería capaz de estar así todo el día, abrazada a el. Feliz.

Nos quedamos mirándonos un buen rato. No sabía que mas decir.

Pero el sí:

- Losiento, de verdad
- No importa -le sonreí-
- Te quiero

Me quedé mirándole, observando como poco a poco se iva formando una sonrisa en su boca.

- ¿Y bien? -me miró-
- Y yo ati. Me reí.

Pegó su cara a la mía, y me sonrió. Como una de las últimas veces que nos vimos.
Se sentó en los columpios y me hizo un gesto para que me sentase encima suya, así que lo hice, empezó a balancearse levemente y me apoyé contra el.
Colocó su barbilla en mi hombro y me rodeó con un brazo. Le sonreí y el también amí.
Me giré para que me pudiese quedar abrazada a el mientras nos columpiabamos.
Estuvimos así casi todo el día, mientras tarareaba una canción.
- ¿como es la letra? -pregunté-
Y empezó a decirmela con el ritmo de antes.
night falls and you stray in me,
 If you dream you life,
 and the reunion of your days,
 and your kisses are touching,
 waste your time with me,
 but I'm happy, it's so simple
 but you're so,
 so wonderful
Le sonreí de nuevo, me gustaba la letra. Me gustaba su voz.
Y sonó la puerta.
Se tuvo que ir, pero esta vez volvería. Me lo prometió.

sexto capítulo:

George:

Me pasé los meses mirándola cuando se acercaba al bosque, manteniendo la distancia, añorándola.
Cuando venía por las tardes a pasear y ha sacar fotografías como hacía antes me volvía a sentir normal, como si nunca me ubiese movido, como si aún no la ubiese conocido.

Sentía lastima, pero también por una pequeña parte me alegraba de haberme alejado. Así no corría peligro, almenos.

Las primeras veces que vino parecía cansada, tenía unas grandes ojeras y se movía con torpeza. No se fijaba en ninguna fotografía que sacaba, y no se percataba de que alguien la estaba mirando.
Seguía acudiendo algunas noches al jardín para comprobar que estaba bien, pero iva demasiado tarde para que ella me viese.
Un día le escribí una nota. Pero la taché y la tiré.
- Te quiero. Losiento
Sería mejor si se olvidaba de mí, depués de todo seguiría con su vida tarde o temprano, pero pasaban los días y no lo hacía.

Empezé a plantearme verla de nuevo, dejar que me viera, pero no quería que la volvese a pasar nada.
Y menos por mi culpa.
Era mejor así.

1º parte / 6*

Chris:
Pasaban los días y el no regresaba, ya llevaba dos meses acudiendo al bosque, caminando por el pueblo, pero todo parecía desierto.
No me preocupaba en mirar el movil, y mi madre no se preocupaba por mí.
No sabía que pensar, quizás fue mi culpa al decirle aquello, quizás le ubiese pasado algo, quizás simplemente se aburrió y decidió marcharse.

Me pasaba horas en mi cuarto mirando por la ventana, esperando ver algo interesante, y lo único interesante en esos dos meses fueron los lobos que de vez en cuando pasaban entre los árboles.


Intenté buscarle, pero desapareció bastante bien. Al principio estube más preocupada, pero ahora estaba mas cansada que cualquier otra cosa.

Aunque sabía que me podía la cordura, y la parte que estaba preocupada también era bastante grande.


Me dediqué a recortar unas fotografías y a pegarlas por toda la pared, en una aparecía el, de fondo, en una de las muchas veces que fuí al bosque a caminar. Estaba escondido tras un arbol. Así que me conocía de bastante antes de que le viese yo por primera vez.




Le echaba de menos, y jamás lo diria en voz alta. Bajé al jardín y me senté en los columpios en los que jugamos una vez, a exrañarle.

No sabía que hacer, ni cuanto devía de esperar, así que pensé que ya era hora de salir por mi cuenta a un sitio que no fuese el bosque, y olvidarme de esto. Y así lo haría.

Entré a casa y  luego salí por la zona y me encontré con un amigo. Me vino bastante bien para olvidarme de todo. Estuvimos hablando de todo lo que habíamos hecho, y me tube que inventar una historia que quedó bastante creible.

Pero al volver, me dí cuenta de que no había mejorado para nada, eso no era lo mio, no me gustaba realmente. Lo que me gustaba era pasar las tardes en el bosque, como antes, fotografiando todo lo que me llamaba la atención, y encontrar una belleza pararela.

Así que volví a intentar pasarmelo bien, en algún sentido. Y me sentí mejor cuando paseé por el bosque y empezaron a llamarme la atención múltiples cosas que antes no lo hacían.

Empezé a fotografiarlas todas, sin pararme a mirar como habían salido. Sin pararme a mirar en los detalles.
En unos detalles que significaban demasiado para mí.

Cuando terminé volví a casa, y me paré a mirarlas bien. Había algunas que eran especialmente bonitas.
Y una sobretodo.

Me quedé de piedra.
Pero no salí corriendo a buscarle, eso solo significaba que si era el, había perdido el interés en volver a verme. Aunque ni siquiera podía afirmarlo,solo veía una figura borrosa al fondo;


Quise salir corriendo por un momento, y buscarle para comprobar si era el, montar una escena y gritar su nombre por el bosque, pero ese momento se desvaneció al recordar como me golpearon.
Me conformé con mirar por la ventana, como estos últimos inmemorables días.

No ví nada del otro mundo.

No sentí nada del otro mundo, quizás decepción. Anelo.

Pero las cosas son como son.
Mi mariposa de otoño había caido.

Capítulo cinco

Chris:
Bajé las escaleras demasiado despacio, me detuve antes de llegar a la puerta y dudé.
Me asomé un poco, allí estaba.
No se movió cuando abrí la puerta, ni cuando salí.
Esperé quieta a que se acercase, pero no lo hizo, así que lo hice yo. Me quedé en frente suyo, me miraba fijamente, con odio.
-Hola -musité-
Y me golpeó. Intenté levantarme y salir corriendo hacia la puerta, pero me cogió y rompio el cristal conmigo.
Empezé a sangrar por múltiples partes, un brazo, la cabeza, y no sé que más, ni siquiera notaba un dolor especialmente intenso, solamente queria tumbarme. Me sentía mareada.
Empezó a golpearme mas fuerte, hasta que no pude más, cuando se dió la vuelta y se fué me subí a mi cuarto, (sin limpiar nada, claramente) y me quedé dormida.

George:

Cuando llegué a su casa por la mañana me encontré un caos, sangre por algunas baldosas, el cristal de la puerta destrozado, parte del cesped aplastado...
Entré y subí las escaleras a toda prisa, me dirigí a su cuarto, y allí estaba., hecha un buduño en su cama, destrozada. Me entró un ataque de angustia.
Caminé hasta su lado y la empezé a sacudir, hasta que reaccionó.
Se me paró la respiración por un momento.
- ¿Que ha pasado?
- Vino alguien.. y me lanzó contra el cristal.. -susurró-
- ¿como era?
- mas grande que tu, y... -se quedó callada-
- ¿De los mios?
- eso creo.
Me quedé mirando al infinito, enfadado. La miré a ella, y tuve que esforzarme para no perder los estribos.
- Si te ubiese pasado algo. -dije-
- ¿Qué? Sonrió levemente, parecía cansada
Agaché la cabeza.
- Pues que... no sé, no.. -me callé-
Y ella sonrió aún más.
Y yo le devolví la sonrisa.
La abrazé, y suspiré. Sabía que no podía dejar las cosas así, pero tampoco podía arreglarlas.
Me apretó lo mas fuerte que pudo, pero sin llegar ha hacerme daño y hundió su cabeza en mi hombro.
Nos quedamos así durante unos cinco minutos, y cuando la aparté vi que estaba llorando, la limpié las lagrimas y pegué mi cara a la sulla. Sonrió y miro al suelo.
Bajé con ella y la senté en el sofá, limpié un poco todo aquello y volví a su lado.
- ¿Estas mejor?
-Sí -respondió-
Me senté a su lado y se acurrucó en mí.
Empezaba a necesitar todo esto.
Me miró.
- ¿Qué?
- Va a llegar mi madre.
Me levanté y me dirigí a la puerta, Chris me siguió, y nos abrazamos antes de que me fuera.
- te quiero
La abrazé mas fuerte al oirlo.
- y yo atí.
Me fuí y desaparecí entre la espesura del bosque.
Para mucho tiempo.